En Cataluña, en la víspera de Todos Los Santos se suelen comer castañas asados junto con unos traguitos de vino dulce. En otros lugares se celebra el Halloween, mucho más americanizado, pero aquí lo celebramos a nuestra manera, comiendo y bebiendo.
Originalmente en esta víspera se hacía un homenaje a los muertos, siendo las castañas y los panellets las comidas.
Según el calendario religioso, el día 1 y 2 de noviembre se celebra el día de Todos Los Santos y el Día de los Muertos, un momento en que el mundo de los vivos y de los muertos se unen: el día 1, los vivos visitan a los muertos en los cementerios; el 2, los muertos visitan a los vivos.
Después de este inciso eclesiástico, existen diferentes leyendas que explican el origen de la tradición de comer castañas, panellets y vino dulce. La más extendida es que en estos días los campaneros hacían sonar las campanas de las iglesias sin descanso para avisar a los vecinos de que llegaba el momento de rezar por los difuntos. Como era una tarea agotadora, se les llevaban castañas (el fruto más común en esta época del año) bien regadas con vino para que cogieran fuerzas. Con el tiempo esta costumbre se extendió por toda Cataluña.
En cuanto al origen de los panellets, hay quien dice que son una evolución de las antiguas comidas funerarias y hay quien lo liga con la bendición de los panes.
Por cierto, a ver si alguien tiene idea de donde puedo comprar una sartén agujereada para hacer las castañas al fuego (no me sirve taladrar una sartén vieja, ni Eroski, ni Carrefour).
Traducción libre | La castanyada i Halloween
Panellets | Wikipedia
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